Fast One

Fast One

Después de descartar las dos opciones básicas que eran 1) visitar a Zé en Suiza y esconderme en una montaña y 2) tomar gintonics des de las 8 de la mañana y perder la consciencia, celebrar mi cumpleaños no estuvo tan mal. Cinco minutos de crisis cuando me desperté (juro que no podía respirar), un ataque de comprar cosas feas en Zara y luego se me pasó. Gracias a todos por venir al Sidecar, por las sorpresas de madrugada, la comida thai, las felicitaciones desde el lado oscuro y sobretodo por los regalos tan absolutamente fantásticos. Así cualquiera... MUA!